Espíritu de vida

20 de abril
Sábado III de Pascua

Jn 6, 60-69 El Espíritu es quien da la vida.

El Espíritu que entró en María y encarnó la vida de los hombres. Tu Espíritu de verdad. La carne no sirve de nada sino para abrirse a tu Espíritu y encarnar tu Palabra. Como María. Acoger tu Palabra. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen. ¿Soy yo acaso, Señor?

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Estupor

19 de abril
Viernes III de Pascua

Hech 9, 1-20 Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor

Cuando tú apareces, Señor, dejas ciegos y mudos del estupor a los que contemplan la claridad de tu presencia, el silencioso estruendo de tu palabra, tu manifestación gloriosa en lo más sencillo, en lo más habitual, en lo que no tiene ningún resplendor sino el resplendor de las galaxias, del cosmos, desde toda la eternidad. Transformas todo y todo queda igual mientras todo varía. De ahí el estupor, la ceguera, la mudez, de quien no acierta a saber lo que ya sabe. En la conversión de Pablo nos llamas a todos a la conversión.

04.19

Pan de Vida II

18 de abril
Jueves III de Pascua

Jn 6, 44-51 Yo soy el pan vivo bajado del cielo.

El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo. Así es. Amén.
El día de hoy voy a comerme estas frases, voy a rumiar tu palabra, voy a alimentarme al ir más allá de todo significado para recibir tu vida verdadera.

04.18

Brilla

16 de abril
Martes III de Pascua

Salmo 30 Haz brillar tu rostro sobre tu siervo

Petición que tan frecuentemente me acompaña: haz brillar tu rostro sobre tu siervo. Tu rostro brilla en la oscuridad aparente de la pobreza, de la enfermedad, de la precariedad, de la marginalidad, de la caridad sin fin que se acerca a ti en el hermano que está solo y desamparado. Tu rostro se hace epifanía y claridad resplandeciente en la oscuridad aparente de nuestro mundo, en el pobre. ¿Por qué no me acerco a la claridad de tu luz?

04.16

Te busco

15 de abril
Lunes III de pascua

Jn 6, 22-29 Os aseguro me buscáis por

¿Por qué te busco Señor? ¿Porque te busco me encuentras? ¿Cómo te busco?
En esta Pascua, el eco de María Magdalena la aurora de la Pascua. Desde su corazón de digo: “Dejo la ciudad y salgo al campo, Jesús mío, a buscarte vivo, pensando que te buscaba muerto. Salgo al campo, loca y agitada por el olivar, llego a las viñas en tu busca, miro si están en ciernes las vides, si florecen los cerezos, si canta la alondra, si arrulla la tórtola, si el ruiseñor rompe la noche con la claridad de su melodía.” Vuelvo a la ciudad y me adentro en tus adentros para buscarte por amor.

04.15

Quererte

14 de abril
III domingo de Pascua

Jn 21, 1-19 Sí, Señor, tú sabes que te quiero

Sí, Señor, tú lo sabes todo, sabes que te quiero, sabes que te amo, sabes que eres el tesoro de mi vida y la alegría de mi corazón. Sabes las dolencias de mi amor, sabes sus infidelidades, sabes que se que solo puedo amarte desde tu propio amor. Dadme vuestro amor y gracia, amado mío, que estas me bastan. Para seguirte y consumirme en el fuego de tu amor. Para ser llama y luz de tu salvación.

04.14

Sobre nosotros

13 de abril
Sábado II de Pascua

Salomo 32 Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros

Misericordia que celebramos el domingo de tu divina misericordia; misericordia que se hizo carne en el seno de María, para nuestra salvación; misericordia que nos lleva a vivir unidos, poniendo todo en común, compartiendo con el más necesitado, abriendo la Iglesia a los pobres; misericordia que se desprende de la abundancia de tu amor; misericordia que me lleva a bendecirte en todo momento; misericordia que me llena de luz y me salva.

04.13

Luz y salvación

12 de abril
Viernes II de Pascua

Salmo 26 El Señor es mi luz y salvación

Rezar este salmo desde tu Pascua, tan reciente, tan florida. El Señor es mi luz y salvación, ¿a quién temeré? Solo una cosa te pido, Señor: habitar en tu casa todos los días de mi vida, gozar de tu dulzura por años sin término. Espero, Señor, en ti, confío en ti, se que gozaré de tu dicha en el país de la vida, que tu Resurrección ha anticipado la alegría perpetua a tu derecha.

04.12

En todo momento

11 de abril
Jueves II de Pascua

Salmo 33 Bendigo al Señor en todo momento

Rezo esta frase del salmo, Señor, y quiero que sea verdad en mí, durante el día de hoy, esto que digo. Desde esta aurora hasta el su ocaso, quiero bendecir tu nombre glorioso. Bendecir junto al sol y a la luna, bendecirte con las estrellas del cielo, bendecirte en silencio y con danzas, bendecirte porque eres grande, y toda la tierra está llena de tu amor. El universo entero gusta y ve tu bondad y tu misericordia.

04.11