Amor XI

6 de febrero
Miércoles IV

Salmo 102 Bendice alma mía al Señor

Bendice alma mía al Señor y todo mi ser a su santo nombre. Con todo mi corazón, con toda mi mente, con todo mi ser. No olvides sus beneficios, tan innumerables, tan incontables, tan graciosos, tan inesperados, tan recordados, tan…Tú sientes ternura por mí, tú sabes que soy barro e infundes tu espíritu para que viva de tu amor. Tu misericordia dura por siempre, desde la salida del sol hasta su ocaso, desde el principio hasta el fin, y pasa de generación en generación. Hoy, Señor, te bendigo con todo mi ser, con toda la fuerza, tan débil, de mi amor. Aún me quedas tú, con tu amor.