Amor VI

25 de enero
La conversión de San Pablo

Hechos 22, 3-16 De repente una gran luz del cielo me envolvió von su resplandor

¿Quién eres, Señor? ¿Qué luz procede de ti? Acércame hasta ti que te acercas a mí. Desmayado en tu presencia. Embobado. Perdido. Por ti y en ti encontrado. ¿Por qué me persigues? ¿Por qué no te dejas alcanzar? Tengo que derribarte de tus alturas, derrumbarte como a una tapia ruinosa, reconstruirte en el abrazo de la luz, envolverte con el vislumbre de mi gloria, hacerte apóstol, por el más puro amor.