Cuerpo

9 de julio
Sábado XIV

Mt 10, 24-33 No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma

Sin miedo. Confiando en tu providencia. Dando gracias y bendiciendo tu nombre. Aquí estoy para ti, Señor. Dispón de mí. Me llamas y acepto acercarme a ti. Deseo verte, contemplarte, adorarte. Deseo ir y proclamar que eres un Dios cercano, que estás en este lugar, que te desvelas a los sencillos. Gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra.