Ciegos

10 de septiembre
Viernes XXIII

Lc 6, 39-42 ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?

¿No caerán los dos en el hoyo? ¡Qué importante es, Señor, atinar en quien me guíe mejor hacia ti! ¡Qué importante es discernir un buen acompañante que me conduzca hasta ti, verdadero camino! ¡Qué necesaria es una persona que vea tu luz y sepa guiar hacia la luz! ¡Cuánto ciegos que tratan de guiar y confunden! Que tu luz, Señor, reflejada en los ojos otros nos hagan ver la luz.

 

Escucharte

 9 de septiembre
Jueves  XXIII

Lc 6, 27-38 A los que me escucháis os digo….

Si te pido que me digas una palabra es porque quiero escucharte, quiero que pronuncies tu palabra en mí, quiero acogerla y encarnarla como hizo María. Quiero escuchar y obedecer. Y hoy desgranas tu palabra: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Renunciar a uno mismo. Sin tu ayuda no me es posible.

Derbordo de gozo

8 de septiembre
Natividad de la Virgen María

Salmo 12 Desbordo de gozo con el señor

Pongo mi gozo en ti, Señor, mi alegría, mi contento, mi satisfacción, mi  deleite, mi placer, mi felicidad, mi contento, mi gusto, mi complacencia, por el regalo que has hecho a la humanidad con el nacimiento de la Virgen María. Y desbordo de gozo porque me colmas con esta alegría, pues en maría nos das al autor de la vida, y en maría tu gracia se derrama para nosotros. Y tu gracia vale más que la vida. Por eso, hoy, te alaban mis labios.

Orar contigo

7 de septiembre
Martes XXIII

Lc 6, 12-19 Subió Jesús a la montaña a orar….

…y pasó la noche orando a Dios.  Justo antes de hacer algo  trascendental, elegir apóstoles, te pones en relación directa con el padre, te retiras, subes a la montaña, pasas la noche orando. Lugar apartado, tiempo, tranquilo, sereno, sin interrupciones. Enséñame a orar así, Señor, en la montaña, en la noche, para estar en intimidad contigo.

Libre

6 de septiembre
Lunes XXIII

Lc 6, 6-11 Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado…

…y encontrar de qué acusarlo. Una vez liberado de mí mismo, Señor, tengo libertad ante la ley. Ya no ando preocupado de mi propia imagen, de ser aceptado por un cumplimiento externo. Ya no pongo mi salvación en la norma, en el precepto, en lo que ata…solo pongo mi libertad en ti, que me liberas desde lo más profundo de mi interior. Gracias.

Negarme

5 de septiembre
Domingo XXIII

Lc 14, 25-33 Si alguno se viene conmigo y no pospone…incluso a sí mismo….

…no puede ser discípulo mío. Aquí reside la mayor dificultad, negarse a sí mismo, y la mayor liberación, desprenderse de sí mismo. La mayor dificultad en medio de una sociedad como la nuestra, que nos invita a alcanzar nuestro deseo, sea cual sea. La mayor liberación, pues es seguir tu camino de muerte y resurrección. Ayúdame a desprenderme de mí mismo, Señor.

Hoy hace sus primeros votos Sergio, uno de los técnicos de Agora marianista. Recemos por él.

Alabanza del Señor

4 de septiembre
Sábado XXII

Salmo 144 Pronuncie mi boca la alabanza del Señor

Que sea así de verdad, Señor. Que mi corazón rebose y mi boca proclame tu alabanza. Que lo haga sencillamente, como los pájaros del campo, como los árboles del bosque, que aplauden la gloria y majestad de tu reinado. Que mi alabanza se entronque en la alabanza de María, “proclama mi alma la grandeza del Señor”. Que te alabe mi ser al amarte sobre todas las cosas y al amar al prójimo como tú amas, especialmente al más solo y desamparado, al más pobre y abatido; dando vida, como alabanza por tu amor.

Transparentarte

3 de septiembre
Viernes XXII

1 Co 4, 1-5 Que la gente solo vea…

…en vosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

Que seamos epifanías de tu presencia en medio de nosotros, Señor, en nuestra sociedad. Que te manifestemos, que te transparentemos, que mostremos tu bondad y tu misericordia al relacionarnos con los demás, que pasemos haciendo el bien y anunciando una buena noticia de salvación, que sanemos, que curemos, que disminuyamos para que tú crezcas en nosotros y así seamos signos de tu amor.

Mar adentro

2 de septiembre
Jueves XXII

Lc 5, 1-11 Rema mar adentro

Buena consigna, Señor, para este inicio de curso escolar.  Me dices: rema mar adentro. Entra más allá, en la profundidad del mar desconocido, con la fragilidad de tu barca, adéntrate sin miedo en las tareas cotidianas, que tantas veces parecen infecundas. Rema mar adentro, sin temor, con confianza en mi  Palabra, pues para mi no hay nada imposible. Remar mar adentro, más adentro, en el tiempo, en el espacio, hacia la eternidad.

Corazón alegre

1 de septiembre 2010
Miércoles XXII
Salmo 32  Con él se alegra nuestro corazón

Quiero comenzar un nuevo curso de “Dimeunapalabra” con esta frase del salmo que nos regala hoy la liturgia de la palabra en la eucaristía. Y dejar que empape lo más profundo de mi ser. Contigo se alegra mi corazón, Señor, pues has puesto en él más alegría que si abundara en trigo y en vino. La alegría que recibo, como María, al saber que estás conmigo, en este año que comienza. Gracias, Señor.