15 de abril
Jueves II de Pascua
Hech 5, 27-33 Hay que obedecer antes a Dios que a los hombres
Contrasta la réplica que le hacen Pedro y los apóstoles a los miembros del sanedrín y al Sumo Sacerdote: “¿no os habíamos prohibido formalmente en nombre de éste?” Hoy se puede repetir la prohibición. O la prohibición puede venir de mi propio interior, cuando prefiero seguir los criterios de mi corazón, de mi ego, de mi comodidad, antes que lo que tu voluntad indica en mi conciencia.