Semana santa III

30 de marzo
Martes Santo

Jn 13, 21-33.36-38 Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado junto a su pecho
El evangelio habla de Juan, pero me incluye a mí. En Juan, al pié de la cruz, soy hijo de María. Como Juan soy amado por ti, hasta el extremo de dar la vida por mi salvación: me amaste y te entregaste por mí. Al igual que Juan esta semana quiero recostar mi cabeza tu pecho y, escuchando el latido de tu corazón, sin palabras, comprender tu amor y recibir tu vida.

03.30