18 de marzo
Jueves IV cuaresma
Jn 5, 31-47 ¡Y no queréis venir a mi para tener vida!
Este es el reproche que nos haces, tan cierto, en la mitad de la cuaresma. No queremos llegar a ti para tener vida, Señor, y vida abundante. Malvivimos de aquí para allá, con vanas ilusiones, con faltas esperanzas, con inconsistencias fútiles. Desechamos la piedra angular, renunciamos a construir nuestra vida sobre roca. Tozudos, de poca fe, no queremos llegar a ti, realmente, para tener vida. Nos entretenemos, mientras tanto, sin acabar de cuajar en corazón en ti.