Semana santa IV

31 de marzo
Miércoles Santo
Mt 26, 14-25 Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar

Espanta escuchar estas palabras que salen de tu boca, Señor, y que cualquiera de nosotros podemos aplicarnos. Convencido de tu amor, te entrego. ¿Cabe mayor locura, mayor traición, mayor desesperanza en la propia culpa? Solo cabe el inmenso regalo de tu misericordia, que concede el perdón y la paz. A ella acudo hoy.

03.31

Semana santa III

30 de marzo
Martes Santo

Jn 13, 21-33.36-38 Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado junto a su pecho
El evangelio habla de Juan, pero me incluye a mí. En Juan, al pié de la cruz, soy hijo de María. Como Juan soy amado por ti, hasta el extremo de dar la vida por mi salvación: me amaste y te entregaste por mí. Al igual que Juan esta semana quiero recostar mi cabeza tu pecho y, escuchando el latido de tu corazón, sin palabras, comprender tu amor y recibir tu vida.

03.30

Semana santa II

29 de marzo
Lunes Santo

Jn  12, 1-11 La casa se llenó de la fragancia del perfume

Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia. Que mi ser te adore y se derrame a tus pies, como la libra de perfume de nardo con el que maría te ungió y te amó. Sea mi vida, Señor, un sacrificio de alabanza, para invocar y cantar tu nombre, pues de él viene la salvación. Todo el ser expuesto a ti, para unirme a tu misterio pascual.

03.29

Semana Santa I

28 de marzo
Domingo de Ramos
en la Pasión del Señor

 

Lc 19, 28-40 ¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor!

Es la exclamación que brota nada más verte. Es la alabanza que viene desde lo profundo del corazón cuando, en las puertas de Jerusalén, a la entrada de esta semana santa, llenas hasta cada uno de nosotros. Acercarme, bendecirte, reconocerte como rey y señor, aclamarte con todo el ser, regocijarme de tu presencia. Y, sin embargo, está pronto el grito de ¡crucifícalo! Ante ti, Señor, ti ser luz y sombra. Que tu gracias me alcance esta semana.

 03.28

Te amo

27 de marzo
Sábado V cuaresma

Salmo 17 Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza

Decirte, Señor, la verdad de mi existir: envuelto en tu amor, que me permite amarte, que me da consistencia, que me sostiene. Yo te amo, Señor, eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. ¿Qué más te puedo decir? Callar y amar de verdad.

 03.27

Está conmigo

26 de marzo
Viernes V cuaresma

Jr 20, 10-13 El Señor está conmigo

Es el reconocimiento que hace el profeta Jeremías, tú estás con él y eres su fortaleza. Reconozco, Señor, que estás presente en mi vida, desde el día de mi nacimiento, desde que fui concebido en el seno de mi madre. Te doy gracias porque me tienes y me sostienes, porque mi ser está en tus manos, porque me llamas y me reclamas, porque  sin ti mi vida no tendría fundamento. Gracias, señor, por el don de la vida, por tu estar en mi para que esté contigo.

03.26

 

Anunciación

25 de marzo
La anunciación del Señor

Lc 1, 26-38  Alégrate, llena de gracia, el señor está contigo

No puede haber un anuncio más gozoso, no puede haber en una frase mayor densidad que la contenida en el anuncio del ángel a María, la virgen de Nazaret. Alégrate, te anuncio algo feliz par tu vida, algo que realiza tu ser, algo que lleva a plenitud para lo que has sido creada. Tú, llena de dones, preparada desde la creación del mundo para abrirte a Dios sin reservas, en lo profundo de tu ser. El Señor está contigo y abre tu carne a la fecundidad de la salvación. Alégrate, María, por el don que recibes para regalar a la humanidad.

03.25

Mantener la palabra

24 de marzo
Miércoles V cuaresma

Jn 8, 31-42 Si mantenéis mi palabra…

…seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Tu palabra, Señor, que muestra la verdad de mi vida, y me brinda la libertad de reconocerme en ti como criatura, obra de tus manos, pues soplaste tu espíritu y animaste mi carne. Tu Palabra, Señor, que me crea y me recrea, que me llama a seguirte, a conocerte, a amarte. A vivir en tu verdad, en la libertad de ser hijo de Dios.

03.24

 

¿Por qué?

23 de marzo
Martes V cuaresma

Nm 21, 4-9 ¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto?

No reconocer tu don. No sentirme liberado de la esclavitud, llevado hacia la tierra prometida, alimentado por tu Providencia, acompañado por la presencia de tu ser que camina conmigo por el desierto de la vida. Lamentarme, quejarme, no ver con perspectiva, no comprender, reprocharte. Esa es la tentación, no caer en la cuenta que la verdadera muerte está fuera de Ti. En tus manos la vida y la liberación, Señor, incluso en medio del desierto.

03.23

Luz

22 de marzo
Lunes V cuaresma

Jn 8, 12-20 Yo soy la luz del mundo

Siempre tu luz, Tú como luz, iluminando, clareando, transformando en mediodía mis oscuridades, venciendo mis tinieblas, no dejándome atrapar por ellas, ni dejando en que con su lenguaje dominen tu palabra. Tú Señor, eres luz y siembras claridades. El que te sigue no camina en tinieblas, sino que tiene la luz de la vida, que eres tú, Señor Jesús.

03.22