Contemplar.III

12.3131 de diciembre
Octava de navidad

Jn 1, 1-18 En el principio existía la Palabra

Al finalizar este año 2009 es bueno volver la mirada al principio, donde tú estás. Tú, Señor del tiempo. Por ti se ha hecho todo, en ti mi año y todos sus acontecimientos. En ti la vida vivida. En ti la luz que me ha iluminado. Tú, Señor, encarnado en nuestra historia, en nuestro tiempo. Gracias y perdón por este año que hoy acaba.

 

Contemplar.II

30 de diciembre
Octava de Navidad

Lc 2, 36-40 El niño iba creciendo…y la gracia de Dios lo acompañaba

Trae, hoy, el evangelio a mi corazón el proceso de tu crecimiento y maduración, tu ir robusteciéndote y llenándote de sabiduría. Y la gracia en todo momento contigo. Y me hago consciente de que tu gracia se me ha ofrecido desde el primer momento de mi vida, que a pesar de tanta infidelidad por mi parte es por ella, por tu gracia, por la que he crecido, madurado, y continúo deseando darte una respuesta vital. Porque tu gracia vale más que la vida.

12.30

Contemplar I

29 de diciembre
Octava de Navidad

1 Jn 2, 3-11 Quien guarda su palabra ciertamente el amor de Dios ha llegado a su plenitud

Guardar tu Palabra, Señor, es acogerte. Tu Palabra se hace carne y pone su tienda entre nosotros. Guardar tu Palabra, escucharla, encarnarla, como hizo María, es ser llamados a la plenitud que nos ofreces. Tú nos ofreces esta plenitud cada día, tu palabra viene a nosotros cotidianamente. Que la guardemos. Porque en ello conocemos que estamos en Ti. Y si estamos en Ti debemos vivir como tú viviste: dando la vida por amor.

12.29

Santos Inocentes

28 de diciembre
Los santos inocentes
Mt 2, 13-18 Herodes mandó matar a todos los niños de dos años para abajo

Una orden que se sigue repitiendo en nuestro mundo, que se ha repetido a lo largo de la historia. La orden de exterminar a los niños, futuro y esperanza de un país, de una raza. Niños maltratados, niños explotados laboralmente, sexualmente. Niños que padecen la falta de agua, de alimentos, de medicamentos, de educación.  Niños condenados a no nacer. Santos inocentes. Perdónanos, Señor.

12.28

Sagrada Familia

27 de diciembre
Sagrada Familia
Col 3, 12-21 Vestíos de la misericordia entrañable….

La familia, Señor, es signo de tu amor entrañable.  En sus entrañas, desde tu amor, hemos sido engendrados, hemos crecido, hemos sido vestidos, alimentados, educados, hemos recibido la fe, te hemos conocido, hemos aprendido a dirigirnos a ti, hemos optado por seguirte. En la familia, que hoy, Señor, como tantas veces en el pasado, es tan amenazada. Viste a nuestras familias de tu misericordia entrañable, de la bondad, de la dulzura, de la compasión. En su seno, como signo de tu amor en nuestra sociedad.

12.27

San Esteban

26 de diciembre
San Esteban

Salmo 30 A tus manos, Señor, encomiendo mi Espíritu

Digo esta frase contemplado el misterio de tu nacimiento. Naces para morir. Envuelto en el pesebre, prefiguras la mortaja de la tumba. Desde el principio, hasta el final, poniendo tu vida en manos del Padre, encomendándole tu Espíritu. Así, Señor, Esteban, el primer mártir. Así tantos cristianos que unen su vida sin reserva a ti. Así, con tu gracia, deseo vivir, y morir, en Ti, que por mí naces y mueres.

 12.26

Natividad, misa del día

25 de diciembre
Misa del día

Me dices tu palabra:
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz!
Ahora en esta etapa final Dios nos ha hablado  por el Hijo.
La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros y hemos contemplado su gloria.

12.253

Natividad, aurora

25 de diciembre
Misa de la aurora

Me dices tu palabra:

Mira a tu salvador que llega
Amanece la luz para el justo, la alegría para los rectos de corazón.
Ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre.
(los pastores) Fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre.

12.252

Natividad, vigilia

25 de diciembre
Misa vespertina

Isaías 62, 1…

Me dices tu palabra:

Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi favorita»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.

12.24.0