16 de octubre
Viernes XXVIII
Salmo 31 Tu eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación
Pongo mi vida en tus manos a través de las palabras y frases de este salmo, y dejo que vayan desgranando en mi interior actos de abandono y confianza en ti, agradecimiento por tu presencia y tu misericordia: Tú eres mi refugio, tú perdonaste mi culpa y mi pecado, alegraos, justos, y gozad con el Señor.