Desesperación

30 de septiembre
Martes XXVI
Jn3, 1-3.11-17.20-23 Muera el día en que nací

En su desesperación, tras sentirse agobiado por tantos males sin remedio aparente, Job clama a voz en grito y desgarra su dolor y su impotencia. ¿por qué al salir del vientre no morí?…Ahora sería un aborto enterrado, una criatura que no llegó a ver la luz. Pongo ante ti, Señor, a tanta gente que se siente superada por la vida, saturada por sus circunstancias, tantos hombres y mujeres, y niños, inocentes, que solo desean descansar en paz.  Te pido que me muevas hacia ellos.

Arcángeles

29 de septiembre
Santos Arcángeles
Ap 12, 7-12 a Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón
En un lenguaje apocalíptico se nos muestra que ya, desde el principio del universo, hay bien y mal…el mal, el dragón, es vencido por los ángeles y al caer en la tierra se dedica a extraviarla. Más allá de la manera de describir o contar me puedo preguntar esta mañana cuál es el dragón que trata de extraviar a nuestro mundo, a nuestra sociedad…si hay algún dragón…y lo más necesario, cual es el dragón que trata de extraviarme a mi mismo, qué guerra tengo que declararle…con la ayuda de los ángeles.

Amor y sentir

28 de septiembre
Domingo XXVI

Flp 2, 1-11 Manteneos unánimes y concordes en un mismo amor y sentir
Mensaje de san Pablo, en este año paulino. Para fortalecer la comunión en la Iglesia, en cualquier comunidad, no hay como mirar a Cristo y tener sus mismos sentimientos, actuar como él actuó, vivir como él vivió. Poniendo a Cristo Jesús en el centro nos dejaremos guiar por la humildad, consideraremos siempre superiores a los demás, no nos encerraremos en nuestros propios intereses, buscad en todo el interés de los demás. Como hizo Jesús. Mirándole a él.

 

 

Prosperidad

27 de septiembre
Sábado XXV

Salmo 89 Haga prósperas las obras de nuestras manos

Que tu bondad, Señor, baje hasta nosotros y haga prósperas las obras de nuestras manos…en el tiempo de nuestra vida, que pasa como un soplo, pues mil años en tu presencia son como un ayer que pasó. Enséñanos a calcular la verdad de nuestro tiempo para que adquiramos un corazón sensato. Cada mañana sácianos de tu misericordia, hoy mismo, para que vivamos el día con alegría y júbilo, para que nuestro ser en el tiempo sea un canto de alabanza hacia Ti.

Tiempo

26 de septiembre
Viernes XXV

Qohelet 3, 1-11 Todo tiene su tiempo y su sazón…

Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;  Tiempo de llorar, y tiempo de reír; Tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz….

¿Cuál es mi tiempo? ¿Dónde estás Tú como principio y final de una existencia que se mueve en el tiempo, en los tiempos de cada día?

Cuánta vanidad

25 de septiembre
Jueves XXV

Qo 1, 2-11 Vanidad de vanidades, todo es vanidad

Este principio del libro de Qohelet me puede ayudar a poner en ti el absoluto de mi vida, a relativizar tantas cosas  que son relativas y a las que concedo importancia excesiva, a ordenar y jerarquizar mis prioridades, mis criterios de actuación ¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? ¿Qué sentido tienen nuestras preocupaciones, nuestros esfuerzos, nuestros trabajos…si están fuera de Ti? Vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Curar enfermos

24 de septiembre
Miércoles XXV

Lc 9, 1-6 Les envió a proclamar el reino de Dios y a curar enfermos

Sanar las enfermedades es un signo de Tu presencia entre nosotros, Señor. Enfermedades del cuerpo, ¡tantos conocidos enfermos!, enfermedades del alma: soledad,  frustración, fracaso, sentimiento de pérdida, de abandono, dolor de corazón por una situación familiar, laboral,  pobrezas, sufrimientos, marginación. Ahí estás tú, en tu Iglesia, proclamando tu Reino que sana y salva. Ahí quieres seguir estando, a través nuestra. Manifestando tu misericordia.

Acequia

23 de septiembre
Martes XXV

Prv 21, 1-6 El corazón del rey es una acequia en manos de Dios…..

que la dirige a donde quiere. Quiero que mi corazón, Señor, con todos sus deseos, con todos sus sueños, con todos sus pálpitos, con todas sus aceleraciones, con todo mi ser, sean una acequia en tus manos, para que tú me hagas fértil y fecundo donde quieras y como quieras.  Ser agua, acequia, tierra, huerta, en ti. Lo que quieras, como quieras.

Entregar la luz

22 de septiembre
Lunes XXV

Lc 8, 16-18  …para que los que entren tengan luz
Nadie enciende un candil y lo tapa, sino que lo pone en el candelero para que los que entren tengan luz. Tengo Señor, tu luz. Hoy muchas personas van a entrar en mi vida. ¿Cómo puedo darles tu luz, transmitirles, de alguna manera, tu claridad, dejar que brille tu rostro y nos salve? Alumbre la luz que recibimos de Ti, a través de buenas obras, para que den gloria al Padre.
 
¿Cómo podemos dar tu luz desde nuestra comunidad religiosa de san mateo, que hoy celebra su fiesta, y quiere compartir con todos nuestros amigos tu presencia entre nosotros?

Mi vida es Cristo

21 de septiembre
Domingo XXV
Flp 1, 20-27 Para mí la vida es Cristo

En este año paulino, dedicado a recordar a tu apóstol, Señor, hay muchas frases de sus escritos que nos dan la clave de su fecundidad misionera, de su santidad singular, del don que había recibido de ti.  La de hoy nos pone en el centro de su existir en ti: para mi la vida es Cristo. Danos, Señor, la gracia de actualizar cada día esta frase en nuestras vidas, cada día con más verdad.