Nos hundimos

1 de julio
Martes XIII

Mt 8, 23-27 ¡Señor, sálvanos que nos hundimos!

El mar nos traga, Señor. La barca es demasiado frágil. Nosotros estamos llenos de cobardía, no tenemos valor de seguir luchando contra los imponderables, contra las fuerzas de la naturaleza, contra ¿el destino?. Paree que tú duermes, que no va contigo ni la tormenta, ni el oleaje, ni nuestro miedo. ¿No temes tú el naufragio de la muerte? Perón Señor, pero no tengo más remedio que despertarte y decirte, con una mezcla de confianza y pánico: ¡sálvanos, Señor, que nos hundimos!