Luz y salvación

4 de abril
Viernes II de Pascua

Salmo 26 El Señor es mi luz y mi salvación

Se va adentrando tu Pascua en el espesor de lo cotidiano, Señor, y tengo que pararme para repetir con más conciencia el versículo de este salmo, que llena de tu claridad mi día, que me hace estallar en el deseo de desear tu vida: tú eres mi luz y mi salvación, tu eres la defensa de mi vida, una cosa te pido, gozar de tus dulzuras en medio de mis amarguras, contemplar tu rostro en el país de la vida, que es cada día que me ofreces como luz y salvación, unido a ti.