Martes Santo

18 de marzo
Martes santo
Jn 13, 21-33.36-38 Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar

Me dices esta frase profundamente conmovido. Me dejas perplejo, como a los discípulos. Quiero creerme junto a tu pecho, reposando amor, gozando el ser amado, y preguntarte confundido: Señor, ¿quién es? Sin darme cuenta, Señor, la cantidad de veces que te entrego, y te vendo, y te cambio, y te utilizo, y no te dejo ser salvador de mi vida, sino que te reduzco a un ídolo al que quiero controlar.  Aún sabiéndolo te digo que quiero dar la vida por ti. Y tú, que tan bien me conoces, me miras con cariño y me aseguras que no cantará el gallo antes de que te haya negado tres veces.