28 de enero
Lunes III
Mc 3, 22-30 El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás.
Un Dios que perdona hasta setenta veces siete; un Dios que es amor y misericordia, que no ha venido a salvar a los justos sino a los pecadores…¿por qué no perdona esta blasfemia contra el Espíritu? Quizá porque el espíritu es amor y perdón, porque el Espíritu es todo aquello que genera vida en abundancia, porque el Espíritu es el que crea de la nada y recrea y restaura lo deteriorado. Y blasfemar contra él es situarse en una cultura de muerte.