Mírame

6 de junio
Miércoles IX semana

Tb 3, 1-11 Tú, Señor, acuérdate de mí y mírame

Esta situación la dice un hombre, Tobit, pobre, entre sollozos. Se dirige a ti, Señor, descansando su pena en tu compasión, en tu cercanía, en la seguridad de que eres gozo que enjuga las lágrimas y reconfortas en los duelos. Y desde esa convicción, que no merma el caudal del llanto, ora: “Tú, Señor, acuérdate de mí y mírame”. Porque el saberme mirado por ti le consuela y le llena de fortaleza. Como a tantos hombres y mujeres. Como a mí.