Dios no es injusto

16 de enero
Martes II semana

Hb 6, 10-20 Dios no es injusto para olvidarse de vuestro trabajo y del amor

Del amor que le hemos tenido. De un amor que es lo primero, y la fuente de todo, y lo sustenta todo. Brota de la fuente del amor, que es él mismo. Desde ahí es desde donde surge el trabajo, el deseo de hacer y padecer por el Reino de Dios, por la extensión de la buena noticia, por proclamar el evangelio de Dios a todas las criaturas, para anunciar el año de gracia, de justicia y paz, que debe convertir nuestros corazones al amor a Dios y al prójimo. Dios no se olvidará jamás de ello. Porque nos ama.