22 de abril
Miércoles II de Pascua

Jn 3, 16-21 Tanto amó Dios al mundo

Cristo, resucitado y glorioso eres la fuente profunda de mi esperanza. Eres el amor del padre hecho carne. Tu resurrección es una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Vives en medio de todo lo que estamos viviendo, y me ofreces tu vida y tu amor.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.