11 de febrero
Jueves después de ceniza
Lc 9, 22-25 El que quiera seguirme
El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo Llévame Señor contigo, pues el pensar que te vas me causa un terrible miedo, de si yo sin ti mi quedo, de si tú sin mí te vas. Llévame en tu compañía donde tu vayas, Jesús, pues bien se que eres tú la vida del alma mía. si tú vida no me das yo sé que vivir no puedo, ni si yo sin ti me quedo, ni si tú sin mí te vas. Por eso, más que a la muerte temo, Señor, tu partida, y quiero perder la vida mil veces más que perderte….porque el que pierda la vida por mi causa la salvará ¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o perjudica a sí mismo?
¡¡Quiero seguirte Señor!! Todos los días de mi vida.Tú eres mi camino verdadero.En Tí deposito toda mi vida
En el límite entre la comodidad y el dolor, te elijo a ti
Yo quiero seguirte, quiero ir contigo donde tu me lleves, donde tu me mandes porque yo sin ti me muero, porque yo sin ti no puedo.
Me niego a mi misma, no pienso en mí, solo quiero ser Tú, solo quiero ser como Tú. Pero la cruz pesa, la cruz duele, y yo soy débil, soy pequeña, no valgo nada, se me hace difícil y me agarro a ti y me sujeto en ti, y sigo caminando y sigo a tu lado porque quiero seguirte a donde me lleves.
No te pido una cruz menos pesada, hoy te pido unos brazos mas fuertes para llevarla.