12 de julio
Viernes XIV
Gn 26, 1-7 Aquí estoy
De nuevo tu llamada, pronunciando el nombre. De nuevo la respuesta: aquí estoy, Señor, porque me llamas. Aquí estoy, confío en ti, eres mi delicia, me das lo que me pide mi corazón. Aquí estoy, habito tu tierra, me llamas a practicar la lealtad, a hacer el bien y apartarme del mal. Aquí estoy, me mandas como oveja entre lobos, y tú me salvas, me proteges, me libras de la garra caudalosa, de la mano de los adversarios, de mí mismo.
Aquí estoy
toda para ti
toda en ti
nada por ti
No hay un día que no nos llames. Lo fundamental es estar atenta a lo que deseas de mí.
Sé de las dificultades, de los tropiezos, pero siempre estoy en tus manos de Padre amoroso.