Una sola carne

4 de octubre
Domingo XXVII semana
Mc 10, 2-16 Ya no son dos, sino un sola carne

Amada en el amado transformada. Entregado, abierto, donado. En alianza de fidelidad, con confianza y abandono.  Con una amor que es paciente y servicial, que perdona siempre, que no pasa nunca.  Que se abre al otro y en el otro se recrea y cobra una vida diferente. Rotos los límites del propio ser.  Así, Señor, es la imagen de tu amor, que se ofrece a los que celebran su matrimonio en la Iglesia. 

Así fue el amor que San Francisco de Asís recibió de ti, con el que te amó, para hacerse uno contigo.

10.04

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.