13 de julio
Domingo XV
Is 55, 10-11 Así será mi palabra, que sale de mi boca
Tu palabra empapa, tu palabra fecunda, tu palabra germina mi vida. El mundo entero queda preñado de tu palabra, a tiempo y a destiempo, en la luz y en la sombra, al anochecer y al amanecer, desde siempre, en la aurora del mundo el mundo, en el ocaso de los tiempos. Tu palabra sencilla, tu palabra veraz, tu palabra real, tu palabra que nutre, que fortalece, que acaricia, que me llama, que me da la vida.
Cuando medito ésta Palabra, se me conmueven las entrañas.
Deseo ser la tierra donde caiga esa semilla, sé que tiene que estar bien abonada, así será fecunda. ¡¡Gracias Señor, por ir sembrando en mí!! Deseo que germine siempre.