10 de diciembre
II domingo de adviento
Is 40, 1-5.9-11 Se revelará la gloria del Señor
Porque al contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas. Este deseo me mueve, esta es tu promesa, que me sostiene, esta es la dicha a la que me llamas, mientras me preparas un camino para caminar por mi vida, por los acontecimientos de la vida diaria donde en cada instante me haces tuyo y me colmas de tu amor. ¡Ven Señor Jesús!
Ven Señor ,ven,que el amor crezca en nuestras corazones,para que el mundo crea que solo en ti esta la salvación.Ayudanos a vivir lo esencial de estos días,que no pedamos el tiempo,y la ocasión de recibirte.