11 de octubre
Martes XXVIII
Rm 1, 16-25 Es fuerza de salvación de Dios para todo el que cree
Así considera Pablo el Evangelio, del que no se avergüenza. El evangelio motor de su vida, impulso, dimitiendo, base vital. Su predicación, la meta y el objetivo de su existencia. ¡Ay de mi si no evangelizase!, nos señala en otro momento. ¡Ay de mí, Señor, si no pongo en ti y en tu evangelio la fuerza de mi salvación!
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM
Te contemplo en los montes, en las aguas que corren, en los ojos inocentes de un niño. Te contemplo y lo invades todo llegando hasta el último espacio conocido.