17 de septiembre
Miércoles XXIV
Lc 7, 31-35 Tocamos la flauta y no bailáis
Hazme bailar la danza de tu amor, al son de tu música, Señor. La danza de la paciencia, de la afabilidad, de la humildad, de la disculpa, del perdón, de la entrega generosa, del no pensar en mí, del no llevar cuenta del mal ajeno, del gozar con la verdad.
Hazme bailar contigo, bailar tu baile, bailar en ti, y dejar de ser para entrar en tu música, Señor, desaparecido en la melodía de tu amor.
Jesús, nos da un tirón de orejas,por no saber valorar su presencia en nuestro corazón.
Teniéndote a Ti, se me alegra el corazón, me ayuda a ver la vida con otras miras,me aumentas la confianza, me ayudas a llevar los problemas con alegría, pero sobretodo a superarlos.
Haz Señor, que nunca olvide , que estar junto a Ti, es vivir la vida con alegría y esperanza, ya que Tú me llenas totalmente.