Amado

27 de diciembre
San Juan Evangelista

Jn1, 1-4 Lo que contemplamos, lo que paparon nuestras manos

El un ojo repleto de la forma del Amigo. Estoy feliz con mi ojo cuando mi amigo lo habita. No es bueno separar el ojo del amigo. Tú eres mi amigo, mi amante, mi amado, mi amor. Cuando tú me mirabas tu gracia en mi tus ojos imprimían, por eso me adamabas y en eso merecían los míos adorar cuanto en ti vían. Vestido me dejas de tu hermosura cuando en tu pecho reclino mi vida. Que no se acabe nunca la madeja del te quiero me quieres siempre ardida en tu misericordia, Señor de mi vida.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.