4 de marzo
Domingo II de cuaresma
Mc 9, 2-10 Se transfiguró delante de ellos
Contemplarte transfigurado, lleno de luz, vestido de un blanco deslumbrador, creo que me ayuda a contemplar la realidad transfigurada. Sin perder ni un átomo de la propia realidad, pero transfigurada por tu luz, abierta a un más allá de blancura inusitada. Tu luz pone en mi pupila un mirar radiante que solo a ti debo, por el que te doy las gracias.
En este tiempo de gracias Señor, me vas ayudando a verte cada día mejor.
Sé que para lograr ver tu blancura resplandeciente debo sanar mi corazón.Debo orar, cambiar y pedir perdón, así unirme a Ti.
Ayúdame a verte cada día con un corazón más puro y solidario.