11 de marzo
III Domingo de Cuaresma
Ex 20, 1-7 No tendrás otras dioses frente a mí
Porque mal podemos servir a dos señores, pues solo hay un Señor, Tú, Señor Jesús Cristo, que nosotros predicamos crucificado y resucitado. No podemos servirte a ti y al dinero, no podemos servirte a ti y al placer, no podemos servirte a ti y a la prepotencia, no podemos servirte a ti y creernos señores de nuestra vida, todo debe ser utilizado en relación con el principio y fundamento, en tanto en cuanto nos ayude a conseguir el fin para el que hemos sido creados: reconocer que tú eres Dios, amarte y amarte en los más necesitados, el sacramento de tu amor.
Permiteme Señor, la gracia de no ser esclava de nada ni de nadie.
Todo lo que tenga en mi vida es tuyo, a ti me entrego.
Que mi verdadero servicio sea hacer tú voluntad, y Amarte, como mi única meta.