17 de octubre
Jueves XXVIII
Salmlo 129 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa
Me llamas a través de la palabra copiosa: el tesoro de tu gracia, sabiduría y prudencia han sido para nosotros un derroche de tu voluntad. Abundancia, derroche, generosidad sin fin que vuelcas en la humanidad, que me pides comparta en tu nombre. Que done mi vida, Señor, sin reserva, unido a ti. Que desborde la inmensidad de tus dones en mi. Desaparezca en tu generosidad.
Amor saca amor.
La luna llena
denso el silencio
al despertar los sueños vuelan
un nuevo día para ser amado
para amar
Me llenas de tu Misericordia, me invitas a confiar plenamente en Ella.
Quiero corresponder viviendo siempre en Ti. ¡¡Gracias Señor por tu Amor!!
La fe es la certeza absoluta de tu existencia
la fuerza que dirige mi vida
el motor que enciende mi corazón
La fe no entiende de domingos
porque cada minuto es una celebración
ni entiende de razas y fronteras
porque habita allí donde encuentra favor
La fe abre los ojos
alimenta, estimula y ensueña
hace visible lo invisible
y nos despierta a la vida eterna