9 de diciembre
II domingo de adviento
Lc 3, 1-6 Preparad el camino del Señor
Allana tus senderos, eleva tus valles, endereza lo torcido, iguala lo escabroso. Despójate de tus vestiduras de triunfo, renuncia a tus pretensiones. Sumérgete en lo escondido, en lo desconocido, en lo oculto. Date sin esperar nada a cambio. Renuncia a toda posesión, desenmascárate, quítate las armaduras. Ríndete en paz, sin avaricias. Con docilidad y dulzura, olvidado de ti, prepara los caminos del que está viniendo para salvarte.
Gracias
Señor, concédeme la gracia de responder a tu llamada.
Quiero preparar mi corazón, mi mente y todo mi ser.
Para ello debe renunciar a muchas cosas que me alejan de Ti.
Sobretodo abrirme más a los demás, ser más humilde, tener más confianza.
¡¡Sé que tú me ayudaras!!