Perder la vida

16 de noviembre
Viernes XXXII

Lc 17, 26-37 El que pretenda guardar su vida, la perderá

Torpe y duro de corazón para comprender esta verdad, que se hace tan manifiesta cada día. Cuando vacío mi orza de aceite tú la llenas, cuando pongo la fe en ti, y no en mis realizaciones, tú me aumentas la fe y me das la vida verdadera; cuando se me siervo inútil me libero de mí mismo, y al no esperar nada recibo todo; cuando me postro ante ti desaparezco y me recobras en tu amor crucificado; cuando se que no vienes espectacularmente tu Palabra llega cada día y llena la vida de tu luz encarnada.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

4 opiniones en “Perder la vida”

  1. ¡¡Señor, mi vida te pertenece!!
    Solo deseo hacer buen uso de ella.
    No apegarme a nada, unicamente a Ti.
    Ya que mi gran consuelo eres tú.
    ¡¡Gracias por la vida recibida en el Amor!!

  2. No quiero guardar mi vida. Mi vida es tuya, Señor, haz de ella lo que quieras. Dejame regalarla, dejame repartirla, dejame que la pierda con los demás, de esa manera la ganaré.
    Pongo mi vida en tus manos. Dejame descansar en tu voluntad.

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