Pascua IV

15 de abril
Miércoles octava de pascua

Lc 24, 13-35 ¿No ardía nuestro corazón…?

¿No arde mi corazón cuando, por el donde la fe, se te sin saber cómo vivo en mí? ¿No arde mi corazón cuando escucho tu palabra?¿No arde mi corazón con el don de la Iglesia? ¿No arde mi corazón al celebrar la eucaristía? ¿No arde mi corazón al contemplar el testimonio de tus santos, que dan la vida contigo y en ti poseen la vida verdadera? ¿No arde mi corazón al saber que peregrino en este mundo caminas conmigo? Entonces, si tanto arde mi corazón, ¿por qué no grito con mi vida, “es verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido”?

0415

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

3 opiniones en “Pascua IV”

  1. Que pocas veces manifiesto mi alegría por tu sacrificio y muchas me quejo por cosas sin importancia en vez de pensar en ti, que con tu cálidez amorosa nos colmas y templas nuestras angustias, tu fuego es vida, que nunca podrá ser apagada por el frío de la nada, ayúdame a ser testimonio de Tu misterio, y a compartir mi alegría con los demás en mis quehaceres cotidianos, a no vivir malhumorada y a servir jubilosa a mi prójimo. Gracias Señor que con tu resurreccion has iniciado la mía.

  2. ¿No arde mi corazón cuando….?
    Caminando hoy hacia Emaús acompañando a los discípulos que volvían tristes después de ver a su Maestro colgado de una cruz, he recordado todas las personas que con sus palabras, con su voz, su cercanía, con su cariño y paciencia han sido capaces de hacer arder mi corazón y reconocer en ellos a Jesús Resucitado que me acompaña. A las personas que me acompañan por el camino y me explican las escrituras para que yo sea capaz de poder decir: «Era verdad, ha resucitado el Señor».
    Gracias a todas por hacer que mi corazón arda.

  3. Aúnque estoy pasando por serios problemas económicos señor, y busco y busco y no encuentro salida, no encuentro ayuda, toco no se abren las puertas, aun así quiero agradecerte porque tengo techo, comida, tengo una familia que me quiere, tengo trabajo, tengo vecinos buenos, vivo en un pueblo hasta ahora sano, gracias porque te siento siempre conmigo en las alegrias y en las tristezas, solo te pido fuerzas para resistir en lo que ahora me está pasando. Bendito seas señor!!!

Comentarios cerrados.