Sobre nosotros

13 de abril
Sábado II de Pascua

Salomo 32 Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros

Misericordia que celebramos el domingo de tu divina misericordia; misericordia que se hizo carne en el seno de María, para nuestra salvación; misericordia que nos lleva a vivir unidos, poniendo todo en común, compartiendo con el más necesitado, abriendo la Iglesia a los pobres; misericordia que se desprende de la abundancia de tu amor; misericordia que me lleva a bendecirte en todo momento; misericordia que me llena de luz y me salva.

04.13

Luz y salvación

12 de abril
Viernes II de Pascua

Salmo 26 El Señor es mi luz y salvación

Rezar este salmo desde tu Pascua, tan reciente, tan florida. El Señor es mi luz y salvación, ¿a quién temeré? Solo una cosa te pido, Señor: habitar en tu casa todos los días de mi vida, gozar de tu dulzura por años sin término. Espero, Señor, en ti, confío en ti, se que gozaré de tu dicha en el país de la vida, que tu Resurrección ha anticipado la alegría perpetua a tu derecha.

04.12

En todo momento

11 de abril
Jueves II de Pascua

Salmo 33 Bendigo al Señor en todo momento

Rezo esta frase del salmo, Señor, y quiero que sea verdad en mí, durante el día de hoy, esto que digo. Desde esta aurora hasta el su ocaso, quiero bendecir tu nombre glorioso. Bendecir junto al sol y a la luna, bendecirte con las estrellas del cielo, bendecirte en silencio y con danzas, bendecirte porque eres grande, y toda la tierra está llena de tu amor. El universo entero gusta y ve tu bondad y tu misericordia.

04.11

Sin límites

10 de abril
Miércoles II de Pascua

Jn 3, 16-21 Tanto amó Dios al mundo

Que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Es todo una cuestión de amor. De amor, humildad y servicio. De entrega aceptada en tus manos. De obediencia y donación. Hazme entrar, Señor, en la dinámica de tu amor infinito.

04.10

Comunidad cristiana

9 de abril
Martes II de Pascua

Hechos 4, 32-34 En el grupo de los creyentes…

…todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común, y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Es bueno recordarlo al inicio de la Pascua. Tú has vencido a la muerte para que nosotros venzamos en ti a las muertes de nuestro egoísmo, de nuestro individualismo, del cerrar nuestra carne al corazón del que pasa necesidad, del acumular inútilmente tesoros en la tierra, de….

04.09

Anunciación

8 de abril
La anunciación de Nuestro Señor

Lc 1, 26-28 Alégrate
Este año el alégrate de Gabriel a María tiene sabor a aleluya, a alegría pascual. Tu resurrección lo transforma todo, lo comprende todo, lo ilumina todo, es la fuente para que podamos entender todo origen, toda meta, todo el misterio de nuestra fe. Alégrate, María, porque el hijo que has consentido concebir por la fe, ha vencido a la muerte, trae la salvación, te ha unido a la alabanza que el universo entero le brinda en su esplendor. Alégrate, María. Y en tu alegría me alegre yo.

04.08

Envío

7 de abril
II domingo de Pascua

Jn 20, 19-31 Así también os envío yo.

Como el Padre te ha enviado, así también nos envías tú. A proclamar tu divina misericordia, infinita, que no se cansa de perdonarnos, de darnos la paz, de llenarnos del gozo del Espíritu Santo, de ofrecernos el perdón de los pecados, la resurrección de nuestra carne marchita, ya aquí, ahora, el tesoro de tu gracia. En medio de nuestras dudas, de las noche de la fe, de las oscuridades, de la incertidumbre de nuestra cultura, tú nos envías a proclamar el año de gracia. Todas nuestras empresas nos las realizas tú.

04.07

Octava de Pascua VI

6 de abril
Sábado Octava de Pascua

Mc 16, 9-15 Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación

Este es el mandato de tu pascua, la consecuencia del saberte vivo en mi vida, de experimentar tu fuerza transformadora, el tesoro de tu gracia: dar testimonio de ti, a todos, en toda ocasión, tiempo y espacio. Saberme enviado y testigo de tu resurrección.

04.06

Octava de Pascua V

5 de abril
Viernes Octava de Pascua

Jn 21, 1-14 Es el Señor

Todo conduce, en estos días de la octava de Pascua, a reconocerte: es el Señor. Eres tú, muerto, y ahora resucitado. Eres tú, ausente, que te haces presente. Eres tú, que acompañas nuestro caminar, aunque no lo sepamos. Eres tú, que ofreces tu paz a nuestros corazones inquietos. Eres tú que sales al encuentro de quien te busca con corazón sincero, con anhelo de amor. Eres tú, que colmas de alegría nuestro ser con la claridad de tu gloria. Eres tú, el Señor.

04.05

Octava de Pascua IV

4 de abril
Jueves Octava de Pascua

Lc 24, 35-48 Paz a vosotros

Una manera de entrar en el espíritu del Resucitado, en el pascual, es rezar la oración de san Francisco

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Maestro, que yo no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.

04.04