Alegría III

20 de diciembre
Feria de Adviento

Lc 1, 26-38 Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Dejo que el saludo del ángel a María entre en mi corazón, se haga verdad en el silencio, penetre mis entrañas y mis sentimientos, y trastoque todo mi ser.

Alégrate, lleno de gracia, el Señor está contigo. Alégrate, lleno de gracia, el Señor está contigo.
Alégrate, lleno de gracia, el Señor está contigo.

12.20

Alegría II

19 de diciembre
Feria de Adviento

Lc 1, 5-25 Te llenarás de alegría y muchos se alegrarán de su nacimiento

Tú eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel, tú el orgullo de la humanidad. En ti se regocijan todas la generaciones, pues eres la llena de gracia. Alegría, alegría, alegría, la virgen preñada viene de camino, si le dais posada. Darte posada en el vientre de tu madre quiero hoy, Señor Jesús, para que mis entrañas se conmuevan de alegría al presentirte tan cerca. Danzo la danza de tu amor. Alegría, alegría, alegría sin fin en lo más profundo de mi corazón.

12.19

Mirad

18 de diciembre
Feria de adviento

Jr 23, 5-8 Mirad que llegan días

Llegan días y quiero estar al aire de tu vuelo, como María, la virgen encinta que concibe y da a luz un hijo, cuyo nombre es el tuyo, Dios con nosotros. María, desposada con José, el hombre justo, que atiende a la voz de tu ángel. Miro los días que se avecinan, dejo que su estela entre en mi corazón e ilumine mi interior con la claridad de tu presencia. ¡Ven, Señor, ven Salvador!

12.18

Genealogía

17 de diciembre
Feria de Adviento

Mt 1, 1-17 Genealogía de Jesucristo

Una vez más, al escuchar esta lectura, me siento parte de tu nombre, Dios con nosotros, carne de tu carne, miembro de una humanidad asumida por ti. Me vistes de tu dignidad, me amas con ternura, como a cualquier ser humano, y por eso te doy gracias, y te bendigo, y me comprometo a no cerrarme a mi propia carne sino ofrecerte mi vida para que en nuestros días florezca tu justicia y tu paz abunde eternamente.

12.17

Vendrás

16 de diciembre
Lunes III de adviento

Nm 24, 2-7 Lo veo pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto

Así me tienes, Señor, entre la certeza, la inminencia y la promesa que solo se cumplirá cuanto te contemple cara a cara. Mientras tanto te veo en el hermano pobre y desamparado, y te contemplo en el que está marginado y deprimido. Tu Reino se me ofrece al alcance de la mano en el que tiene hambre, para que le de de comer, en el que tiene sed, para que le de el agua que mana de tu costado, para el que está enfermo y visito, desnudo y visto. Tu Reino, Señor, la buena noticia de la liberación. Heraldo tuyo soy, ahora, te vea o no te vea, te contemple o viva solo de tu promesa. Confío en ti.

12.16

Alegría I

15 de diciembre
III domingo de adviento

Is 35, 1-6.10 Se regocijarán, se alegrarán
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.” Evangelii Gaudium n.1

Hazme evangelio vivo tuyo desde la alegría sin fin, la que brota del amor que tú me das, del don que recibo de ti. Ven Señor, ven Salvador, Maranatha, ven Señor Jesús.

12.15

San Juan de la Cruz

14 de diciembre
San Juan de la Cruz

Salmo 79 Que brille tu rostro y nos salve

“Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre.” San Juan de la Cruz, oración de un alma enamorada.

Que se haga en tu silencio y en mi nada esta verdad.

12.14

Bailar

13 de diciembre
Viernes II de adviento

Mt 11, 16-19 Hemos tocado la flauta y no habéis bailado

¿Por qué vivo sin vivir en mi sin vivir en ti? Si me enseñas para mi bien, ¿por qué no te hago caso, por qué no te sigo por el camino de la entrega sin límites? ¿Por qué no hago de tu ley mi gozo, por qué no la medito día y noche? Dejo mis porqués en el silencio, y me muero en la maravilla de tu amor.

12.13

Desierto fértil

12 de diciembre
Jueves II de adviento

Is 41, 13-20 Pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos y olivos

Todo lo haces nuevo, todo lo haces fecundo, todo lo transformas, todo en ti y tú en todo, pues tú eres el creador de todo, el restaurador de todo, te manifiestas y todo alcanza en ti su plenitud. En tu abundancia desnuda soy.

12.12

Mi alivio

11 de diciembre
Miércoles II de adviento

Mt 11, 28-30 Yo os aliviaré

Venid a mí todos los que estáis casados y agobiados, y yo os aliviaré. Escucho tu Palabra, Señor, y me digo que tú perdonas todas mis culpas, curas todas mis enfermedades, rescatas mi vida de la fosa, me colmas de gracia y de ternura. Tu compasión y tu misericordia es un bálsamo que reconforta. Gracias, Señor, porque quien se acerca a ti encuentra el verdadero descanso en medio de las vicisitudes de la vida.

12.11