24 de julio
XVII Domingo
Lc 11, 1-13 Señor, enséñanos a orar
Esta es la petición: enséñanos a orar, en estar en trato de amor y amistad contigo, en intimidad gozosa o árida, en tiempo dedicado, en entrega generosa, en oración continua. Tú me acompañas, Señor, todos los días de mi vida, desde que me levanto hasta que me acuesto, y así vivo en presencia permanente, agradecido. Dame ojos de fe para que, sin verte o percibirte, sepa que tú está conmigo y mi vida sea adoración, para gloria de tu nombre. Dame el don de la oración.
Si te trato te conozco,si te conozco te amo,si te amo vivo en ti.En la Santa Trinidad.concedenos la gracia de saber orar y escucharte.
Señor, enséñame a orar. Enséñame, como tú, a apartarme del ruido, a apartarme de todo lo que no seas tú para que solo te pueda oír a ti, para que solo te pueda hablar a ti, para que mi oración no sea un monólogo, sino una conversación con mi Padre. Porque tú mismo me dices que mi oración comience con la palabra Padre. De esa manera mi oración será sencilla, tranquila y llena de confianza.
Abba, Padre, enséñame a orar, enséñame a estar contigo ….
Porque eres mi hermano y te quiero
te digo que no entiendo que robes, mates y ultrajes
Porque eres hijo del Padre
no comprendo la ira envenenada
ni el odio
ni el silencio cobarde
Porque eres padre, hermano y amigo
te perdono las ofensas
sin caer en la tentación de evitar que la oración purifique nuestros corazones
(+ Kabul)