4 de abril
Jueves Octava de Pascua
Lc 24, 35-48 Paz a vosotros
Una manera de entrar en el espíritu del Resucitado, en el pascual, es rezar la oración de san Francisco
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Maestro, que yo no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.
Hazte visible ante los que sufren
carnal ante el olvidado
y lengua de fuego ante el arrogante
Porque solo tú derribas injusticias y elevas corazones
Solo tú despejas el odio y la tristeza
Solo tú eres paz