19 de julio
Domingo XVI
Salmo 22 El Señor es mi pastor, nada me falta
Voy a decir despacio este salmo y quedarme donde más te halle a Ti, Señor. Tú eres mi pastor, por eso nada me falta. En verdes praderas me haces recostar, me conduces hasta fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas. Me guías por el sendero justo, por el honor de tu nombre. Aunque camine por cañadas oscuras nada temo, pues tú vas conmigo. Y es verdad, Señor.
Salmo 22, Salmo que sale de mis labios y de mi corazón en momentos difíciles, en noches de insomnio, en momentos de angustia y de soledad. Porque con Él nada me falta, porque Él me conduce hacia donde me puedo recostar a reposar, porque Él me ilumina en las cañadas oscuras, porque con Él nada temo, porque Él va conmigo y no me deja nunca. Y es verdad, Señor.
Repitiendo este Salmo me tranquilizo, me relajo, me quedo dormida, se me va el miedo. Y la imagen que acompaña este comentario llena de paz, es preciosa. Gracias Nano.