18 de diciembre
III martes de adviento
Mt 1, 18-24 María esperaba un hijo
Has entrado en el seno virgen, seno abierto, seno fecundo, seno entregado, seno disponible, seno dispuesto, seno generoso, seno que espera la fuerza de tu Espíritu para recibir al Rey de la gloria. Lo inexplicable, lo increíble, lo imposible, lo raro, como cada día, en cada vida, es un espacio para que tu llegada se transforme en salvación. Ayúdame a acogerte. Señor, con la sencillez de María.
En el seno vacío y pobre, abierto y generoso tu nombre se pronuncia engendrando vida