20 de enero
Martes II
Salmo 110 El Señor ha hecho maravillas memorables
Una de ellas, nacida de la propia Pascua, es la Iglesia, luz de las gentes, sacramento de salvación en nuestro mundo, tu pueblo santo, Señor. La Iglesia, maravilla hecha por ti, cuerpo de Cristo del que todos formamos parte. La Iglesia que, para nuestra desgracia y para escándalo de todos, permanece sin unión entre sus propios miembros, dividida y fragmentada, sin cumplir tu mandato.
En este octavario de oración por la Unidad de la Iglesia te pedimos, Señor, que todos seamos uno, en Ti.
Divide y vencerás. Entre las debilidades humanas que mas dolor causa está la soberbia, el utilizar los dones recibidos para destacarnos del resto en vez de ponerlos al servicio de los demás. Si extrapolamos esto a las distintas Iglesias en Cristo, y no olvidemos que estan dirigidas por seres humanos con todas sus limitaciones y debilidades, veremos cuanto tiempo se ha perdido en disquisiciones hasta cierto punto vanales, en vez de seguir Su consigna, «Amaos los unos a los otros, como yo os he amado». En los tiempos que corren se hace muy necesaria la Union en Cristo de todas sus Iglesias, para frenar el avance del maligno. «Ven Espíritu Santo y envíanos tu luz»