9 de julio
Martes XIV
Gn 32, 22-32 Un hombre lucho con él hasta la aurora
La lucha de Jacob con tu ángel recupera de mi olvido un soneto de Blas de Otero que, llamativamente, en la adolescencia, contribuyó a que me abriera al diálogo contigo. Hoy lo rezo en nombre de tantos que siguen luchando con su sombra, con su muerte, con tu ser, que es el suyo, aunque lo desconozcan:
“Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, /al borde del abismo, estoy clamando a Dios. /Y su silencio, retumbando, /ahoga mi voz en el vacío inerte./Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte despierto. /Y, noche a noche, no sé cuándo/ oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando/solo, arañando sombras para verte (…)”
Verso en el aire
diálogo en la sombra
lucha de amor
desesperado gozo
unión lejana
así mi oración
en tu silencio retumba
llenas mis vacíos
con tu ser plenitud.