11 de enero
Miércoles I semana
Mc 1, 29-39 Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó
Tú te acercas, me das tu mano, me levantas. Tres acciones que se repiten desde siempre y por siempre, pues eres Dios con nosotros. Tres muestras de cómo restauras nuestra humanidad caída en el pecado, en la enfermedad del desperdicio de nuestra vida, postrados por el consumo, la indiferencia ante el prójimo -¡ay de los refugiados!- , la falta de amor. Tú, señor, siempre brindando la maravilla de tu ser, la constancia de tu amor, el derroche inaudito de tu misericordia.
Saber que Jesús siempre te levanta de tus caídas, le da mucho fuerza a mí vida, para ello siempre tengo presente que sin Él, la vida cristina no tiene sentido, por eso lo busco de todo corazón, me pongo en sus Manos y le pido que me moldee.
Tu te acercas,me das la mano y me levantas.!gracias ! A tiempo y a destiempo por tanto amor.Tu eres mi Señor ningún bien tengo sin ti
Levantas
curas
enderezas
…
y cuando te veo ya no estás