5 de noviembre
Miércoles XXXI
Lc 14, 25-33 Quien no lleve su cruz detrás de mi no puede ser discípulo mío
Dame el don de seguirte en la cruz. Te lo digo con los versos de Santa Teresa de Jesús:
En la cruz está la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo. En la cruz está «el Señor de cielo y tierra», y el gozar de mucha paz, aunque haya guerra. Todos los males destierra en este suelo, y ella sola es el camino para el cielo. De la cruz dice la Esposa a su Querido que es una «palma preciosa» donde ha subido, y su fruto le ha sabido a Dios del cielo, y ella sola es el camino para el cielo. Es la cruz el «árbol verde y deseado» de la Esposa, que a su sombra se ha sentado para gozar de su Amado, el Rey del cielo, y ella sola es el camino para el cielo.
Temor
¿qué no haré si me dejas?
Temblor
¿qué no haré si me tomas?
O mueres tú o muero yo
O quizá tu vida sea la mía