24 de junio
Natividad de San Juan Bautista
Lc 1, 57-66.80 La mano del señor estaba con él
Tu mano. Que acaricia, que acompaña, que fortalece, que anima, que muestra, que ama. Tu mano y todo tu ser estaban con Juan, en su infancia, en su juventud, cuando fue al desierto y en el silencio y la soledad fue solo tuyo, le sedujiste y se dejó seducir, le forzaste y le pudiste para que desapareciera y te mostrara, para que tu aparecieras como Palabra desde su voz que clama en medio de la nada. Así Juan. Así estás con cada quien que se derrota ante ti, y desaparece para ser tuyo.
Haz Señor, que me deje guiar siempre por tu Mano.
Ella, me allanará los caminos, sé que no me dejará tropezar, y llegaré a buen fin.
Que el ejemplo de humildad de Juan Evangelista, sea siempre un referente en mi vida.