2 de marzo
Viernes I semana
Salmo 129 Pero de ti procede le perdón y así infundes respeto
Esto te digo, Señor, en este viernes de cuaresma, contemplando tu cruz. Mi ser espera en el Ti, espera en tu Palabra; te aguardo Señor como el centinela a la aurora. Porque
del Ti viene la misericordia, la redención copiosa.
Te contemplo como una fuente de amor, de perdón, de misericordia. Fuente que sigue
manando y que me hace tener, ante ti, una actitud de agradecimiento permanente. Gracias, Señor, porque te das a mi.
Que inspirados pues, por tí Señor que eres Misericordia y Perdón, tomemos esos viejos rencores que nos atormentan y de una vez por todas seamos capaces de decir»Te perdono», de corazón y completamente. De ahora en adelante, sanan las heridas, se aclaran malentendidos y nos brindamos al hermano sin resentimientos. Y que seamos capaces de perdonarnos a nosotros mismos, pues solo puedo brindar perdón y amor, si antes me perdono y amo. Que así sea!