24 de octubre
Jueves XXIX
Lc 12, 49-53 He venido a prender fuego en el mundo
El fuego que purifica, el fuego que inflama, el fuego que ilumina, el fuego que abrasa, el fuego que procede de ti. El fuego de tu amor, el fuego de tu sabiduría, el fuego del Espíritu santo. El fuego que envía, el fuego que fortalece, el fuego que permite renacer de otra manera, en ti. Oh llama de amor vivo, incéndiame con tu fuego santo, sana mi corazón hasta consumirlo en tu amor.
¡Que no me falte nunca éste fuego Señor! Haz que mi corazón arda en deseos de recibirlo y vivir dentro de sus llamas.
Fuego vivo
sea llama en tu llama
consuma tu llama mi ser
sea recuerdo de luz
en la noche purificada
sea viento que esparce las cenizas
sea nada en la playa de tu mar.
Olvida mi fuego en tu fuego
dance el mar.
¡Tanto fuego abrasando corazones!
(A Valerio y Rafael, oblatos. A Charo, Pura y Lola, Sagrada Familia de Burdeos)