17 de octubre
Miércoles XXVIII
Ga 5, 18-25 El fruto del Espíritu es:
Amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Esta es la enumeración que llega hasta cada uno de nosotros hoy. Ponerme ante los frutos del espíritu y pedírtelos. Quizá empezando por el dominio de mí, para que tú me desposes y en ti me desposeas y así tus dones puedan entrar en la desposesión de mi vacío.
¡Qué regalo más grande no da el espíritu!
También siento mucha pena cuando por mi fragilidad, los pierdo, no siempre soy comprensiva como debiera, la paz la suelo perder ante la impotencia, dominarme hay veces que me cuesta, me gana mi impulso.¡¡Cúbreme con tus frutos, y ayúdame a vividlos!!
A ti me encomiendo
Que mi paso por tierra extraña
no sea más que un intento de dibujar tu rostro
Arrollillada ante el vacío de tu plenitud oro y te adoro. Universo de luz y sombra.