25 de abril
San Marcos, evangelista
Mc 16, 15-20 Id al mundo entero y predicad el evangelio
Hazme viento todo, que esparza por los huertos y los campos tu recuerdo, aspirado, corran tus olores en los lomos de mis vientos hacia el norte, hacia el sur, hacia el este, hacia el oeste, rómpanse los límites de mi piel para esparcir el universo de tu amor, rómpase el frasco de cristal, la vasija de barro, derrámese la fragancia del perfume de nardo, y paza el amado entre las flores. Sin principio ni fin.
Torpe despertar
es parto desgarrador
de luz oscura
Te pido que yo sepa expandir tu fragancia. Ella me las transmites en cada acontecimiento de mi vida.
Tu Palabra, es la verdadera fragancia de un cristiano, si la tengo, transmito toda su frescura.¡Así lo deseo!
Ante ti me me humillo y desaparezco con un leve roce,
como tierra mojada me diluyo en el mar de tu palabra.
Derrites mi soberbia con un simple suspiro,
mis razones vacías con la claridad de tu presencia.
Abre mi oído y renueva el corazón
extiende tu mano y cúbreme con tu sombra.
No permitas que el sol me abrase y el fuego me seque,
ahógame en tu luz.
Llévame y devuélveme
Evangelizar, anidar tu Palabra en la vida para ir por el mundo y esparzirla, sembrarla, regalarla, vivirla y predicarla. ¿Existe mejor y mayor tarea que predicar tu Evanagelio, Señor?.
Gracias por ser tu voz, tus manos y tus pies en este camino, y aunque mi mundo es pequeño y reducido, ayudame a que tu Palabra llene a los que la escuchan y se sacien de ella y de tu amor.