21 de marzo
martes III cuaresma
Dn 3,25.34-43 como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas
Así es la fecundidad que procede de ti, como las estrellas del cielo en una noche oscura, como las arenas marinas de una playa desierta, infinita, como la inmensidad que se abre a tu presencia cotidiana, en el ir y venir ajetreado pero en paz, en el mirar con asombro lo que pasa ante los ojos, el tulipán que se abre en la jardinera, las flores que coronan el cactus, el amanecer en la hora violeta. Así, Señor, al estar habitado en la claridad de tu presencia.
Señor ten paciencia conmigo, soy torpe para ver lo bueno que es estar en ti .soy toda tuya cuando me dejo asombrar con tu presencia.
Nuestra vida se desvanece a tus pies y los segundos se vuelven lágrimas
las súplicas
el juicio
el perdón
El vacío eterno