16 de enero
Lunes II
Mc 2, 18-22 Mientras tienen al novio con ellos no pueden ayunar
El novio, el deseado, el amado, el amante, el que con su mirada lo cubre todo de su hermosura, el que hace desbordar mi corazón de gozo inefable, el que me deja con un no se que que queda balbuciendo tras acercarse para unirse en lo más recóndito y desconocido de mi ser y llevarme a las profundas cavernas del sentido, el novio, tan presente, tan inasible…¿cómo voy a ayunar?
Señor, estando tú nada me hace falta.
Creo que somos demasiados ritualistas, ponemos mucho empeño en hacer cosas, para saber que te agradamos, nos olvidamos que lo más importante es saber mantener esa vida llena de Ti, dónde seas tú nuestro verdadera meta.
¡¡Gracias Nano, me encantó la meditación de la palabra!!